¿Qué es ( y qué no es) la PNL?

La P.N.L. es un MODELO de la COMUNICACIÓN HUMANA.

Un MODELO, es nada más y nada menos que una representación simplificada de un fenómeno, que en este caso reconoce, especifica y describe el funcionamiento de algunos patrones de comunicación que las personas usamos para comunicarnos con otras personas, y con nosotros mismos.

Los modelos de patrones de comunicación empleados con los demás tienen mucha aplicación en negocios y educación. Los que son empleados por las personas para comunicarse consigo mismas son los que tienen gran utilidad para los terapeutas.

Un modelo NO explica por qué ocurre un fenómeno. Tan sólo muestra su FUNCIONAMIENTO. Un modelo no es ni «cierto» ni «falso»: un modelo es «útil» o «inútil», o bien, «adecuado» o «inadecuado» a una circunstancia. Un modelo no puede (ni necesita) ser demostrado. Cuando un modelo se vuelve obsoleto, se lo reemplaza por otro nuevo. Esto lo podremos observar en los modelos sociales y culturales de estos últimos siglos. Ciertos modelos de comportamiento totalmente validos en otras épocas serían como menos ridículos a día de hoy.

Un modelo puede estar apoyado en principios inexistentes o «falsos» (y ello no hace que el modelo sea inválido). Cuando ello ocurre, como dijimos, se toma esa base del modelo como presuposición, axioma o principio. Ejemplos de esto último son la Geometría Euclidiana, que se apoya en una noción axiomática de «punto» (algo que tiene una sola propiedad, su localización), el psicoanálisis, que se apoya en una serie de presuposiciones acerca del inconsciente humano, y la PNL, que se apoya en una serie de presuposiciones acerca del fenómeno de la comunicación humana, entre ellas el famoso principio de la intención positiva.

La PNL es un «modelo de adquisición». Eso significa que modela (representa, especifica) cosas para que puedan ser aprendidas, por lo tanto selecciona para modelar los patrones «útiles» o «exitosos» y no las patologías ni los errores. Eso también significa que no existe en PNL un criterio de «normalidad»: absolutamente nada ni nadie es «normal» en un modelo de adquisición, pues se evalúa un fenómeno en relación a su grado de adaptación a un contexto exclusivamente. La idea de lo «normal», en cambio, es indispensable en los modelos «de reparación», entre los cuales se cuentan precisamente los terapéuticos.